“¡Señor Mío y Dios Mío!”
Se llama a este domingo el de Tomas: «Si no meto….» Su desconfianza primera se convirtió en una bellísima jaculatoria– “¡Señor Mío y Dios Mío!”—que ha servido a millones y millones de cristianos y cristianas para expresar su fe de manera profunda y amorosa.
Este Domingo de Pascua es asimismo el domingo de la Misericordia, así lo llamó Juan Pablo II. Con él termina esta Octava de Pascua.
ACCIÓN DE GRACIAS (NIÑO)
Hola, Padre Dios,
Como ves soy muy pequeño para entender eso de la Resurrección de Jesús
Se lo he preguntado a los mayores y tampoco lo saben.
Yo intentaré todos los días
Ser más alegre, no enfadarme tanto,
No ser tan caprichoso,
Hacer más caso a mis papás y pedirte que su cariño nunca se apague.
Desde que nos lo dijo el sacerdote lo vengo haciendo
Y por las noches me siento muy feliz,
Me siento como nuevo, me siento ….
Eso… ¡como resucitado!
Ah…. ahora entiendo lo de Resucitar contigo.
Gracias , Padre Dios, por enseñarme a Resucitar cada día.
SUGERENCIAS PARA UNA EUCARISTÍA CON NIÑOS
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