Este primer domingo –ya—del Tiempo Ordinario está dedicado a la Santísima Trinidad. El Dios Uno y Trino que Jesús de Nazaret nos reveló. No es un Dios lejano o solitario. Es un Dios-Familia gracias al amor. ¿Entendido?…..
Dice San Agustín: «Cuando amáis sabéis más de Dios que cuando intentáis entenderlo con la inteligencia.»
Más reflexiones: http://www.ciudadredonda.org/lectura/comentario/?f=2013-05-26
¿Cómo explicar el en sí de Dios cuando nadie lo ha visto? ¿Cómo comprender el misterio y aceptar las matemáticas de Dios 1+1+1=1?
Una cosa es cierta, hablar de la Trinidad es hablar de Dios. No del en sí de Dios, de su intimidad más íntima, pero sí de sus manifestaciones, de esas salidas y aventuras de Dios por el mundo de los hombres.
En la Trinidad encontramos la perfecta realización del amor perfecto. El amor exige personas distintas. El amor es un nosotros: un tú y un yo… Pero el amor prohíbe el mío y el tuyo palabras frías como el hielo, dice San Agustín…
El ser uno con la persona amada sólo puede conseguirse en términos de auto-donación.
Amar perfectamente es dar hasta que no quede nada que dar. Solamente entonces el amante y el amado, siguiendo siendo dos, se convierten en uno solo. Burgdardt
Un hombre que fracasa solo es un hombre que fracasa.. Los que aman con un «ya veremos» se morirán sin saber lo que es el amor verdadero. Porque un amor puede ser débil, o cobarde, o mediocre, pero lo que no puede ser es provisional… Porque si es amor, no es provisional. Y es provisional, no es amor. El amor auténtico es eterno; y será siempre un misterio. J.L. Martín Descalzo.
Lo que hace que Dios sea Dios lo tiene completamente el Padre, lo tiene completamente el Hijo y lo tiene completamente el Espíritu. Todo es común, no existen diferencias, preferencias ni distancias. Un modo infinito de amar. así es Dios, un Misterio.
PARA NIÑOS Y MAYORES ¿Después de la comunión?
Me dijo mi amigo David que Dios buscaba casa.
Yo le digo que en las grandes ciudades los alquileres están por las nubes.
Mi padre, que sabe mucho, me dice que como quiera comprar un piso tiene que trabajar muchos años para pagarlo.
He oído que en los pueblos pequeños ya han aprendido y han copiado a la ciudad. Y son caros.
La pregunté a una tía mía y nos dijo que era mejor desistir, aunque su salario sea alto.
Fui a preguntar a mi abuelo, que es sabio, y me dice que soy muy corto y muy torpe. Que no entendemos a Dios. Que Dios quiere estar en la del vecino, que es un pelma.
En la casa de mi amigo Luis, el del bar y en la del señor Juan, que es un avaro. Y en la casa de mi amiga Pepita que tiene unos padres que discuten con frecuencia.
Yo le pregunté a mi abuelo si en la nuestra también quiere estar. Y me dijo que sí, pero que a mi padre le preocupan otras cosas y no quiere gente extraña en casa que pueda molestar.
Yo entendí a mi abuelo. Entender a mi padre me cuesta más.
Ando preocupado porque en mi casa a Dios no le dejan entrar.
J.G.