Si buscamos la fuente de la alegría permanente en nuestras vidas, -aquello de vivir Navidad cada día del 2018-, descubrimos el manantial en el Amor fiel, original, de Dios y en la respuesta de María: «he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra» (Evangelio).
«¿CÓMO SERÁ ESTO PUES NO CONOZCO VARÓN?
Si buscamos la fuente de la alegría permanente en nuestras vidas, -aquello de vivir Navidad cada día del 2018-, descubrimos el manantial en el Amor fiel, original, de Dios y en la respuesta de María: «he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra» (Evangelio).
La Virgen María llega a entregarse así porque ha sido «agraciada» por Dios, Bendita-llena de gracia-, por su humildad «se turba» ante el saludo del ángel, es consciente de que «las obras grandes» que Dios ha realizado en Ella es para «llenar de bienes a los humildes».
Ella obedece por Amor a Dios y a nosotros; su «sí» recrea el corazón humano; es como si Dios le pidiera permiso para hacer nueva la Creación…por Fe prolongamos nuestra gratitud a Dios proclamando a María Estrella que nos guía al encuentro del Dios Encarnado, Madre de la Iglesia que tiene predilección por los empobrecidos y alejados, nos impulsa a salir a la Misión con la fuerza del Espíritu que hemos recibido con Ella, compartimos su asombro por las maravillas que Dios realiza en Ella y en nosotros para que recuperemos la identidad original, para que volvamos a ser su imagen y semejanza: Señor, ¿cómo será eso?»…
Jaime Aceña Cuadrado cmf.