«Con vuestra perseverancia, salvaréis vuestras almas».
DOMINGO XXXIII del T. O. 17 de Noviembre-2019
Las primeras comunidades cristianas viven en un contexto apocalíptico: son perseguidas por el nombre de Jesús y esperan con angustia el final de los tiempos. Hoy vivimos en uncontexto social en crisis de valores, de cultura, de fe…algunos afirman que estamos en una Edad poscristiana…
¿No ha llegado el momento de plantearnos cómo estamos reaccionando como cristianos?. ¿Qué hacemos desde nuestros grupos y comunidades cristianas? ¿Nos hemos marcado una línea de actuación generosa o vivimos nuestra fe al margen de lo que padecen las personas?.
S.Lucas mantiene la esperanza, a pesar de traiciones, persecuciones…»cuando oigáis noticias de guerras y persecuciones, no tengáis pánico» (EVangelio), Cuando os lleven a los tribunales, «tendréis ocasión de dar testimonio…no os preocupéis por vuestra defensa, yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrán hacer frente ningún adversario vuestro».
Israel vive una época difícil, marcada por fracasos e infidelidades a la Alianza. Los signos apocalípticos sólo tienen un valor metafórico: fuego que purga la historia y acrisola a los justos «que honran su nombre» con su vida de fe (1ª lectura).
El Día del Señor, el Reino de Dios desborda y contagia toda la naturaleza, que reconoce gozosa a su Señor; el salmo 97 expresa esta Liturgia universal: «el Señor llega para regir la tierra con justicia».
S. Pablo denuncia la pereza de los que no hacen nada para ganarse el pan porque están paralizados, esperando la llegada inminente del Mesías como Rey. Les invita a superar el miedo al futuro; Dios sólo tiene presente y nos colma de bienes; perseveremos y confiemos en este Padre providente (2ª lectura).
Jaime Aceña Cuadrado cmf