«VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO»
Domingo Vº del Tiempo Ordinario 9-2-2020.
Este domingo, Manos Unidas, sacude nuestra rutina comodona ebn su campaña contra el Hambre: «Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú; colaborar está en tu mano». El mural de este año enmarca el mensaje con un fondo de fábricas contaminantes y una mujer joven sentada sobre un suelo estéril y desolado; mira al horizonte como si su vida se abriera a un futuro más humano. El mural nos invita a reflexionar sobre las causas del hambre; no es suficiente la Ingeniería económica para erradicar el Hambre; el Proyecto de Dios -su Reino- justifica desde el corazón: «si nos volvemos a Él, siendo sinceros con Él, volverá a nosotros y amanecerán los cielos nuevos y la tierra nueva en que habite la justicia».
Nos urge volver al plan salvador de Dios para que sea efectivo el reparto de los bienes de la tierra. El profeta Isaías ofrece la clave para que Israel, esclavizado en Babilonia, siga viviendo con esperanza: la verdadera religión se mide por el amor en obras con los oprimidos y necesitados: parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo»…(1ª lectura). El salmo 111 alaba a los justos porque «su corazón está seguro, sin temor, reparte limosna a los pobres, su caridad es constante, sin falta».
La vocación del discípilo de Jesús es ser «sal y luz» en medio de la sociedad (Evangelio). La gloria del Padre se manifiesta en las obras de los hijos, que son luz ante los hombres y sal que da sabor a la convivencia humana en la tierra (Evangelio).
Predicar el Evangelio no es cuestión de sabiduría humana, sino mostrar a Cristo crucificado como manifestación de Amor total del Padre y del Hijo por el Espíritu a toda persona que habita el planeta (2ª lectura). Hay muchos crucificados hambrientos a los que Manos Unidas quiere desclavar y liberar con proyectos de desarrollo sanitario, escolar, agrícola cuyo cimiento son los cultivos y el agua.
Jaime Aceña Cuadrado cmf