SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI 14 de Junio de 2020
«El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna»
¿Cómo mantener hoy la Esperanza?; ¿cómo alentar el compromiso por un mundo más fraterno entre rivalidades, odios, racismo, guerras…?. Muchos piensan que nuestra sociedad no tiene arreglo.
¿Por qué Celebramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo?:
.Porque muchos pueblos están, todavía, en la travesía del desierto hacia la Tierra Prometida de la justicia y la Paz. Es una travesía muy dura, como la del éxodo de Israel; Dios acompaña con su presencia, su palabra, sus sigos de agua y maná (1ª lectura).
.Porque tenemos hambre: si Dios hizo bajar el maná en el desierto, Jesucristo multiplicó el pan en el monte, no lejos del lago y Él mismo se hace pan, se parte y se deja comer (Evangelio). En este día lo anunciamos así, la Iglesia es la Casa del Pan y cada Cáritas, una sucursal.
Jesús tuvo un Ideal, un sueño: Que todos, hombres y mujeres, se sienten a la mesa de la Creación, que a nadie le falte el pan, porque el pan es vida; que todos sean libres y con vida digna; que todos se puedan sentar a la mesa de la Eucaristía, sacramento de su amor; el pan y el vino consagrados son manjares que nos unen con Cristo, deberían unirnos con los hermanos porque nos duelen las desigualdades e injusticias; comulgamos para formar un solo cuerpo, el de Cristo (2ª lectura).
Hacemos fiesta porque estamos dispuestos a dejarnos lavar los pies y a lavárselos a otros, a servir como el Maestro; al sentarnos a la misma mesa fortalecemos la fraternidad y nos convertimos en «girasoles» atentos a Cristo, a sus miradas, a sus palabras, a sus manos…todo en Él nos lleva a los hermanos.
El Cuerpo de Cristo es Sol de misericordia en el invierno que nos rodea, quiere iluminar y encender nuestras calles y familias; que hoy nuestra limosna no nos impida acercarnos a personas concretas que sufren: enfermos en su casa, en el hospital, encarcelados…»lo que hacéis con uno de mis hermanos más pequeños, conmigo lo hacéis» (Jesús).
Jaime Aceña Cuadrado cmf