«Convertíos y creed la Buena Noticia»
DOMINGO IIIº del T. Ordinario 24-I-2021
Jesús inicia su Ministerio con la llamada a la conversión y a creer la Buena Noticia. (Evangelio).La esencia de la conversión no es solo apartarse del mal, sino aceptar enteramente la voluntad de Dios, esperando todo de Él como un niño. El proceso de la conversión, llevado hasta sus últimas consecuencias, desemboca en el seguimiento del Señor, renunciando, incluso, a ocupaciones habituales para ser testigo de la Buena Noticia, como les ocurre a los primeros discípulos, los hermanos Simón y Andrés, Santiago y Juan.
Dos acciones son necesarias para poder acoger el Reino de Dios -Buena Noticia-: convertirnos volviendo nuestro corazón al Jesús Mesías y creer en su persona, en lo que dice: «Venid conmigo». El primer signo del Reino es la llamada a los cuatro discípulos en la ribera del lago de Galilea.
La narración de Jonás es como una parábola de Jesús, compuesta para transmitir una enseñanza religiosa. En esta narración es Dios quien llama a Jonás a predicar a Nínive para que los ninivitas se conviertan. Tiene que anunciar la destrucción de Nínive si sus habitantes no cambian de vida; Jonás se resiste…al fin obedece y Dios retira la amenaza del castigo porque se convierten, «creyeron en Dios grandes y pequeños» (1ª lectura). La salvación es universal, en contra de las tendencias exclusivistas del mundo judío de la época.
Todos llamados a la conversión; hacemos nuestra la plegaria del salmo 24: pedimos a Dios que nos enseñe sus caminos, «instrúyeme en tus sendas»; así nos convertiremos de nuestra mala vida y de las injusticias cometidas. (Salmo 24).
En el capítulo 7 de la 1ª de Corintios Pablo va a responder a una serie de preguntas sobre la virginidad y el matrimonio que la comunidad le ha hecho. Pablo aconseja ajustar la vida a los nuevos tiempos, al Reino que Jesucristo, el Señor, ha inaugurado en espera de su segunda venida: casarse, trabajar, comprar, todo lo que vivimos a diario no debe hacernos olvidar el trato con el Señor; lo importante es estar con Dios «porque la presentación de este mundo se termina».
Jaime Aceña Cuadrado cmf.