JUEVES SANTO:
«SEÑOR, LAVARME LOS PIÉS TÚ A MÍ?.
Es Jueves Santo. Jesús celebra su Última Cena en medio de tragedias diarias, que persisten hoy: odios, envidias, violencias. Jesús asume el corazón humano y sus contradicciones como es «porque habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo». Tres son los contenidos del Testamento de Jesús:
-«Amáos, como yo os he amado»: se puso a lavar los piés a los discípulos «secándolos con la toalla que se había ceñido». Su lavatorio no es sólamente servir, es hacerse siervo…»me llamáis el Maestro, haced vosotros lo mismo».
-«Tomad, comed, esto es mi Cuerpo…tomad, bebed esta es mi sangre»
«haced esto en memoria mía»: vivid y comprometéos por lo que yo he vivido : el Reino de Dios; prolongad mi entrega en el Anuncio de la Buena Noticia, en el compromiso por sanar, perdonar para que llegue el Reino de Paz y Justicia que el Padre quiere.
-«Que todos sean uno, como Tú Padre y Yo somos uno, para que el mundo crea que Tú me has enviado».
El Jueves Santo nos compromete a ser pan ofrecido para los hambrientos de pan, de sentido de la vida, de dignidad personal. Santa Teresa de Calcuta respondió a los que pedían su mensaje para seguir viviendo: «Amáos los unos a los otros como Jesús os ama…no tengo nada que añadir al mensaje de Jesús; sólo ama el que tiene el corazón puro y reza. El que reza profundiza la Fe. El fruto de la Fe es el Amor. Y el fruto del Amor es el servicio al prójimo; esto nos trae la paz».
No podemos vivir en crsitiano sin celebrar a Cristo Resucitado en la Eucaristía. Él nos convoca.
Jaime Aceña Cuadrado cmf.
