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SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS 1-I-2023

«Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón»


¡Cuántos buenos deseos expresamos para el año que comienza, el 2023 después del nacimiento de Cristo!; los buenos deseos son Bendiciones de Dios sobre la familia, sobre un amigo, sobre la comunidad parroquial. El nombre de yahveh está unido a Israel como el nombre de la esposa a su marido; la invocación a Dios es fuente de Bendición; así bendijo Moisés a Aaron y a los Israelitas: «El Señor tre bendiga y te proteja…el Señor se fije en tí y te conceda la paz» (1ª Lectura). Feliz Año Nuevo contiene esta bendición.

A Jesús le encuentran los pastores con María, su Madre, y con José. Si el «resto fiel» de Israel tiene como ideal escuchar y acoger la Palabra de Dios, la Virgen María es modelo para el pueblo creyente por su «sí» (hágase en mí) a la voluntad de Dios; María es Madre por su apertura creyente a la Palabra de Dios. Su maternidad es dolorosa: turbación, intemperie del establo, dolor anunciado por el anciano Simeón…(Evangelio); la voz de Dios llega a María por el angel Gabriel, por el llanto del Niño, por la actitud de los pastores, por lo que escucha al anciano Simeón cuando llevan a circuncidar al Niño…»María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón»; María es peregrina de la fe; su maternidad no culmina en Belén, ni en la preseentación de Jesús en el Templo; culmina en la Cruz.

Oremos con el salmo 66 para agradecer a Dios-Padre el Nacimiento que celebramos, porque en este Niño nos bendice y tiene piedad de nuestros desvaríos…

Su Nacimiento realiza-cumple una larga espera humana (2ª Lectura). Con Él se inicia la plenitud de los tiempos, nace de mujer, nace bajo la ley para liberarnos del yugo de la Ley mosaica; siendo semejante a nosotros «menos en el pecado, pasando por uno de tantos»…así nos libera de la ley, así nos hace hijos y hermanos.

Hoy es Jornada Mundial de Oración por la Paz; esta jornada nos urge a imitar a María que concibe en su Corazón, antes que en sus entrañas, al Príncipe de la Paz…que seamos artesanos de la Paz en la convivencia familiar, vecinal, laboral…que se fortalezca nuestra fraternidad eclesial, orando por el eterno descanso del Papa emérito Benedicto XVI.
Jaime Aceña Cuadrado cmf.

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