DOMINGO IIº DE CUARESMA 5 de Marzo de 2023
«Se transfiguró delante de ellos».
El Papa Francisco, en su Mensaje para la Cuaresma de este año, nos exhorta a aceptar la invitación de Jesús y acompañarle con Pedro, Santiago y Juan en el esfuerzo de subir a la cima del Tabor. Alli en la cumbre, sin las distracciones diarias, vemos «la gloria de Jesús», su resplandor de Hijo de Dios y percibimos la voz del Padre: «Escuchadle» (Evangelio). El encuentro con Jesús «transfigurado» nos ayuda a contemplarle Crucificado y vencedor de la muerte, Resucitado. Jesús nos marca el camino de la renuncia para Resucitar con Él por obedecer la voluntad del Padre. En Jesús se cumplen las promesas de la Antigua Alianza, presentes en Moisés y Elías. Nos transfiguramos en Él si le escuchamos como Palabra del Padre y hacemos juntos -sinodalmente- el Camino de la Cuaresma y de la Pascua.
Si el domingo pasado en el monte de las tentaciones había duda, en el Monte Tabor hay fe; allí había castigo, aquí hay bendición; allí había desierto, aquí montaña; allí tentación, aquí experiencia de Dios, gozo, gracia y santidad deslumbrante.
Dios había tomado la iniciativa para restaurar la Alianza con la humanidad; elige a Abraham y le pide salir de su tierra y de su casa; es un Dios peregrino; «Abraham marchó como le había dcho el Señor» (1ª lectura). En la fe y obediencia de Abraham tenemos ejemplo de vida para el discípulo de Jesús, que peregrina en fe hasta la Pascua de Jesús, primicia de la Pascua del discípulo. Jesús comparte con nosotros este arduo camino en medio de la increencia de entonces y de hoy.
En el camino cuaresmal Jesús se transfigura cuando nos habla y muestra al Padre; resplandece cuando se acerca a los pobres y enfermos; se transfigura cuando lava los pies a los discípulos; resplandece cuando parte el pan y lo multiplica para saciar el hambre con nuestra entrega; se transfigura cuando da luz a los ciegos, cuando llora y perdona.
«Nosotros aguardamos al Señor…que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de tí» (Salmo 32).
No es cristiano gaurdar esta Luz «bajo el celemín»; Pablo exhorta a Timoteo, a todos nosotros, a «tomar parte en los duros trabajos del Evangelio»; la fuerza la encontramos en Dios que nos llama y nos regala la Salvación eterna; nos da su gracia, que vence la muerte «y sacó a la luz la vida inmortal». (2ª lectura).
Bajemos del Tabor a la vida real con la Luz que nos ha encendido «el Hijo Amado».
Jaime Aceña Cuadrado cmf.