VIERNES SANTO 7 de Abril de 2023
«Padre, perdónales porque no saben lo que hacen».
En el Oficio de Lectura de la memoria de Santo Tomás de Aquino encontramos estos puntos de meditación ante el Crucificado que nos propone el santo:
«¿Era necesario que el Hijo de Dios padeciera por nosotros?. Lo era por dos razones: la una para remediar nuestros pecados, la otra para darnos ejemplo de cómo hemos de obrar.
– Si buscas un ejemplo de amor: nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos; esto es lo que hizo Cristo en la cruz.
-Si buscas un ejemplo de paciencia, encontrarás el mejor de ellos en la cruz; en su pasión no profería amenazas, como cordero llevado al matadero…
-Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado: Él que era Dios, quiso ser juzgado bajo el poder de Poncio Pilato y morir.
-Si buscas ejemplo de obediencia, imita a Aquel que se hizo obediente al Padre hasta la muerte; «si por la desobediencia de uno -es decir, de Adán- todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de Uno todos se convertirán en justos».
-No te aficiones a los vestidos y riquezas, ya que «se repartieron mis ropas»; ni a los honores ya que Él experimentó las burlas y azotes; ni a las dignidades, ya que «le pusieron una corona de espinas que habían trenzado»; ni a los placeres ya que «para mi sed me dieron vinagre».
Le contemplamos desnudo, sólo tiene a su madre y nos la entrega por medio del Apóstol Juan, que nos invita a llevárnosla a casa para acompañarla en su soledad dolorosa a la espera de la Resurrección de Jesús.
Y S. Hipólito escribe: «A su sombra he puesto mi tienda…es mi defensa frente al temor, mi sostén en el tropiezo, mi premio en la lucha, mi trofeo en la Victoria…árbol de vida Eterna, tu cima roaza el cielo y el amor de Dios brilla en tus brazos abiertos».
Tarde de silencio, de oración…de espera hasta el amanecer del Domingo.
Jaime Aceña Cuadrado cmf.