La liturgia, a lo largo del año, nos presenta tres Solemnidades de la Virgen:
1 de Enero: La Maternidad.
15 de Agosto: La Asunción
8 de Diciembre: La inmaculada.
Esta fiesta no tiene nada que ver con la Virginidad de María:
Hoy celebramos la Concepción de María no la de Jesús.
ALEGRÍA
Contra tanta mentira de tristeza
yo he de rezarte a gritos, Alegría:
¡Dios te salve, María, llena eres de gozo!
¡el Señor es contigo, como un río de leche que se sale de Madre…!
Una mujer de hoy, desamparada,
les ha dicho a los hombres: «buenos días, tristeza».
Y ellos se lo han creído.
Hace ya mucho tiempo que se han puesto a ser tristes…
La fiebre de la angustia les ha cercado el alma con sus tropas.
La palabra y la luz y la armonía se han quemado en la angustia
como un bosque en la guerra.
Los hombres están tristes, se empeñan en ser tristes.
Se empeñan en perderse, por las minas, a gatas, acosados del miedo.
Se empeñan en morirse corroídos de hambre y de nostalgia
¡cuando estáis al alcance de la mano
tú como un Paraíso de manzanas primeras
y Dios como un jilguero consentido…!
¿«Buenos días tristeza», después que tú alumbraste la Alegría?
Llena eres de gozo
y el Señor es contigo, como un río de leche que se sale de Madre
para todos los hijos.
La Alegría, María, es tu nombre -¡María!-: tú la llevas, María,
crecida sobre el pecho, como una flor silvestre huida a la Botánica.
Cada día era Sábado en tus días, porque eran la Esperanza.
Y un día fue Domingo.
(¡Se abrió el Sol en tus brazos, salido del sepulcro, y te vistió de Gloria!).
Después ya fue Domingo para siempre…
Y tu gozo ha crecido como un río de leche que se sale de Madre
hasta llenar el mundo.
-¿«Buenos días, tristeza»?
-¡Dios te salve, María!
Casaldáliga (Claretiano)