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DOMINGO 2º DE CUARESMA 13 de Marzo de 2022

«Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle»


La vida del cristiano es cuaresma; la cuaresma es camino; la meta nos impulsa a caminar, a seguir adelante aunque la ruta se empine.

El camino y la meta es Jesús, el Cristo; acaba de anunciar su Pasión-Muerte-Resurrección; Pedro no escucha el final y rechaza la Pasión de Jesús; Jesús le reprende y le pide que se aparte de Él…pero, como siempre, le puede su amor y misericordia ante la debilidad de Pedro que encarna nuestras debilidades. Hoy Jesús nos invita a todos sus discípulos a subir con Él, con Pedro, Santiago y Juan a la cima del monte para orar (Evangelio).

¡Cómo cambiaría nuestra celebración dominical si la viviéramos así, como una subida al monte para orar con Jesús, escuchar la Palabra y fortalecer nuestra Fe!. Y en oración Jesús nos manifiesta su identidad: en Él se cumplen las profecías (Elías) y se inicia la Nueva Alianza que lleva a la perfección la ley de Moisés: «Amáos como yo os he amado». Somos testigos de la «gloria de Dios» que nos habla desde la nube con su mejor bendición: «este es mi Hijo, el escogido, escuchadle».

Y aunque tenemos la tentación de construir chozas para quedarnos en la cima, en silencio, en trance, Jesús nos invita a bajar al valle, a la vida real de cada día, para seguirle hasta la Cruz-Resurrección y contar, después, lo que hemos visto y oído.

Nuestro equipaje es la bendición del Señor; abandonamos la tierra de siempre, la de los egoísmos y rutinas; salimos como Abraham, confiados en la promesa de Dios, abiertos a lo nuevo y desconocido (1ª lectura). Y nos cuidamos de no perder la paz y compromiso de la oración: «eol Señor es mi luz y mi salvación; el Señor es la defensa de mi vida…espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida» (Salmo 26).

En Jesús hemos descubierto nuestra identidad cristiana; miramos al cielo y esperamos los bienes que no son caducos, sino eternos (2ª lectura). Evitamos considerar como bienes absolutos las cosas y ofertas de este mundo. Cuando aparezca Cristo «transformará nuestra condición humilde según el modelo de su condición gloriosa». Mantengamos nuestra sintonía con Jesucristo en el camino para resucitar con Él en la Pascua.

Jaime Aceña Cuadrado cmf.

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