DOMINGO IIº de Aviento 4 de Diciembre de 2022
«haced penitencia porque está cerca el Reino de Dios»
Todos anhelamos una vida personal más humana, más libre; también una vida social más justa. La Palabra de este Domingo concreta nuestra Esperanza en un descendiente del tronco de Jesé penetrado en plenitud por el Espíritu, germen de vida y de salvación. Será un rey justo, salvará a los inocentes oprimidos, con Él se inaugura un tiempo nuevo, una nueva creación (1ª lectura). Se renueva la paz y la armonía del paraiso reflejada en la armonía de los animales entre sí y de las serpientes con los niños de pecho: «No harán daño ni estrago en todo mi Monte Santo».
Si en nuestra vida hay tinieblas y vacío, esperamos en el Rey que ha de venir: será padre de los pobres y paz para cuantos le esperan: «que en sus día florezca la justicia y la paz abunde eternamente» (Salmo 71).
Juan el Bautista aparece como el profeta que anuncia la presencia cercana del Reino de Dios; su voz convoca al Pueblo para que reanude sus relaciones y su Alianza con Dios. La conversión que Juan exige facilitará el Encuentro del Pueblo con el Dios de la Alianza. (Evangelio).
Denuncia el formalismo de los fariseos y el materialismo de los saduceos; corruptelas presentes en nosotros; es necesari una conversión sincera y efectiva (obras de conversión).
Anuncia, además, la venida de Alguien más digno y más fuerte que él: «Ël os bautizará con Espíritu Santo y fuego; Ël tiene el bieldo en la mano…»
S.Pablo pide la unión de todos los cristianos, discípulos del Mesías que ha nacido en Belén; imitemos a Cristo que acogió a todos los hombres, sin distinción entre judíos y gentiles. En su vida Cristo ofreció la salvación a los judíos; en Él se cumplen las promesas hechas por Dios al Pueblo; ofreció también la salvación a los gentiles para que se manifieste la misericordia de Dios con todos los hombres. (2ª Lectura).
Jaime Aceña Cuadrado cmf.