DOMINGO II del Tiempo Ordinario 15 de Enero de 2023
«Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo».
La «cuesta» de Enero está en Liturgia dentro del «Tiempo Ordinario», que simboliza el largo viaje que hacemos como discípulos de Jesús, en el que se pone a prueba la do0rtaleza de nuestra Fe; se han apagado las luces de Navidad y nos topamos con la vida real; hemos vuelto de Belén al ajetreo diario. Para seguir adelante necesitamos en nuestro equipaje llevar la Luz y el recuerdo de quien nos ha elegido, reconocer su llamada e iluminar con su Palabra (1ª lectura). Primero, Cristo; después los Apóstoles; ahora todos y cada uno de los que le seguimos como discípulos portamos su Luz que es salvación para todos.
Necesitamos en nuestro equipaje interiorizar las experiencias de Encuentro que hemos vivido con Jesús para dedicarnos a cumplir la voluntad del Padre, unidos a los hermanos de otras comunidades, de otras Iglesias (Ecumenismo); formemos la Asamblea de personas llamadas a ser santas (2ª lectura); es más llevadero el camino si lo hacemos todos juntos con el Maestro.
Necesitamos el mapa del camino para no desviarnos y llegar a la Meta; Jesús, Luz de los pueblos, es el mapa y el Camino; en su Bautismo, Juan le proclama como el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo; Jesús bautiza en el Espíritu; afirma el Bautista: «yo he visto , y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios» (Evangelio). La Liturgia del «Tiempo Ordinario» nos impulsa a vivir dóciles al Espíritu para dar, en verdad, Testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios.
Somos discípulos de Jesús si respondemos a su llamada que nos urge a salir de las tinieblas, que esclavizan, para cumplir la voluntad de Dios-Padre que nos hace libres. (Salmo 39).
Vivimos tiempos de numerosas Migraciones, con miedo a los refugiados que vienen de lejos; Ghandi hizo este diagnóstico sobre la enfermedad que nos puede destruir como personas humanas -vale para hoy-: «La política sin principios; el placer sin compromiso; la riqueza sin trabajo; la sabiduría sin carácter; los negocios sin moral; la ciencia sin humanidad y la oración sin caridad». Estos virus apagan la Luz de su llamada, ¿nos están afectando hoy como personas y como sociedad?.
Jaime Aceña Cuadrado cmf.