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DOMINGO DE PENTECOSTÉS 27 de Mayo de 2023

«Recibid el Espíritu Santo»…


Cincuenta días después de la Pascua, los discípulos estaban juntos con María, la Madre de Jesús; oraban esperando el cumplimiento de la Promesa del Espíritu Defensor, hecha por Jesús en su despedida. Y se cumplió…un día descendió sobre ellos como Viento y como Fuego, como apertura y como lengua universal. Los Apóstoles salen decididos de su escondite a proclamar ante el pueboo y las autoridades que el Crucificado ha resucitado; el entusiasmo provocado por el Espíritu rompe barreras de idiomas, culturas…todos entienden el Anuncio; muchos lo acogen con libertad; otros muchos , no, como ocurre hoy (1ª lectura).

Años después, la Comunidad de Corinto recibe la diversidad de dones del Espíritu; sus caracterícticas son que todos contribuyen a la plena Comunión de la Comunidad, Cuerpo de Cristo. No hay división o malos entendidos como en la construcción de la torre de Babel (2ª lectura).

De lo más profundo de nuestro corazón, surge la plegaria: «Envía tu Espíritu, Señor y repuebla la faz de la tierra» (Salmo 103). la Secuencia, recitada despacio, nos lleva a acoger hoy el Espíritu como Luz, Consuelo, Huésped del alma, brisa, agua, gozo «que reconforta en los duelos».

El dia de Pascua, ya fué Pentecostés; aquella tarde, el Resucitado «sopló su aliento sobre ellos…» El Espíritu es el alma de la Iglesia; es el que enseña a orar, a perdonar, a celebrar los Sacramentos porque le invocamos con Fe, es el que da fruto a nuestra predicación y servicio al Evangelio para que llegue a todos el Reino de Dios. (Evangelio).

Pidamos los siete dones del Espíritu: Sabiduría para vivir desde la voluntad de Duios y desde la Meta que esperamos, insertados en la Familia Trinitaria; Entendimiento que ilumina nuestra mente para comprender y vivir la Verdad que nos hace libres; nos enseña la Pruedencia con el don del buen Consejo; su Fortaleza ahuyenta nuestras angustias y miedos; y su Ciencia nos quita el velo de los ojos y nos permite utilizar los descubrimientos de la Ciencia para sanar y dignificar a las personas; ayúdanos a vivir la Piedad del hijo bueno y ofreceremos al Padre y al prójimo nuestro amor sin MIedo.

Jaime Aceña Cuadrado cmf.

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