Juan el Bautista, encarcelado, desaparece del pueblo y comienza la vida pública de Jesús. Comienza el Evangelio de Dios resumido por Jesús en dos urgentes llamadas: «Convertíos y creed la Buena Noticia» (Evangelio). Para acoger el Reino que llega hay que cambiar de vida, reorientarla hacia Dios, alejarnos de lo que nos distancia de Él. Y, en segundo lugar, creer, cultivar la fe obediente al Reino que Jesús encarna.
«VENID CONMIGO Y OS HARÉ PESCADORES DE HOMBRES»
Juan el Bautista, encarcelado, desaparece del pueblo y comienza la vida pública de Jesús. Comienza el Evangelio de Dios resumido por Jesús en dos urgentes llamadas: «Convertíos y creed la Buena Noticia» (Evangelio). Para acoger el Reino que llega hay que cambiar de vida, reorientarla hacia Dios, alejarnos de lo que nos distancia de Él. Y, en segundo lugar, creer, cultivar la fe obediente al Reino que Jesús encarna.
El primer paso que da Jesús es llamar a los primeros discípulos: «venid conmigo y os haré pescadores de hombres». La conversíón desemboca en el seguimiento de Jesús.
El relato de Jonás aclara el mensaje del Evangelio: la llamada de Dios para que predique la conversión en Nínive es rechaza por Jonás; Pero Dios realiza su obra salvadora, aunque sea posible un doble rechazo: que el llamado no quiera realizar la misión recibida o el rechazo de los que tienen que escuchar la Palabra. Nínive se convirtió…Israel no; la salvación de Dios es universal. (1ª lectura).
Oremos por «la unidad de los cristianos» con el salmo 24: «Señor, instrúyeme en tus sendas». La incredulidad judía aparta de las sendas del Señor; la humildad y el reconocimiento de los pecados personales y sociales (Nïnive), nos libera de las injusticias cometidas contra el prójimo por habernos apartado de la voluntad de Dios.
El seguimiento de Jesús lo vivimos conscientes de la meta; esperamos la llegada de la Plenitud del Reino (la Parusía). Al inicio del apostolado de S. Pablo estaba muy extendida la conciencia de la llegada inminente del final de los tiempos. El consejo de Pablo a la comunidad de Corinto es muy significativo hoy: que cada cual permanezca en la situación en la que fué llamado «porque la presentación de este mundo se termina» (2ª lectura). Cuántas ideologías han fracasado, cuántas visiones culturales azotan nuestra opción cristiana…no perdamos de vista la Meta.
Jaime Aceña Cuadrado cmf.
